El parche 5 de DAI va a darnos algo más que algunos fallos solucionados. Traerá el Emporio Negro de Dragon Age Inquisition, que ya nos hizo ver algo más que metal oxidado en la segunda parte de la saga.
Cuando un DLC nos invitó a visitar el Black Emporium en Dragon Age II, nos dimos de cara con algo que prometía ser grande en el futuro. Había muchas armas interesantes, aunque solo para quien estuviera a medias en el juego, pues no llegaban a la altura de lo mejor en el título de Bioware. También teníamos nuevas formas de gastar horas por el mundo y una promesa de vivir más aventuras, que no llegó a contentar a muchos fans.
Pero el Emporio Negro de Dragon Age Inquisition puede ir donde no llegó su primera aparición jugable. El parche 5 del juego va a dejarnos ver en qué han invertido el tiempo los responsables del título. Con una tienda subterránea a cargo de un inmortal misterioso.
Armas, accesorios, materiales y la posibilidad de desarrollarlos estarán a disposición de los aventureros en el Emporio Negro de Dragon Age Inquisition. Pero el parche 5 también busca satisfacer a los seguidores de la franquicia por otros caminos.
El almacén del grupo va a sufrir algunos cambios, con un acceso más sencillo y la posibilidad de cambiar el color de la armadura, por ejemplo.
De la jugabilidad también se va a encargar el parche 5, con una tecla para el auto-ataque, que veremos cómo se extiende a nuestros pads desde el teclado del PC. Porque esta actualización se centra en la versión más maltratada por las críticas, donde una gestión mejorada del tamaño de los textos, más opciones gráficas, etc. serán de agradecer.
Con Dragon Age Inquisition en tiendas desde noviembre de 2014 y muchos premios a juego del año, sorprende que haya numerosos usuarios que lo critican. Aunque parece ser en su mayoría desde el lado del PC, donde el juego ofrece más dificultades para funcionar correctamente en las numerosas combinaciones de hardware que existen. Mientras tanto, en Xbox One, ¿te parece realmente merecedor de tantos títulos al mejor de 2014?
Ché Sáez 