Ante las palabras de Bill Gates, que demostró su apoyo total al nuevo jefe de Microsoft, Satya Nadella, algunos lo tomaron como que aceptaba una Xbox fuera de la compañía. Pero, según aclararan, su intención no era esa. Sino dejar claro que la confianza en su sucesor, y el de Steve Ballmer, es total.
Ya se ha comentado en varias ocasiones que en Microsoft hay intención de centrarse en lo que da más dinero o está centrado en el mercado empresarial. Esto dejaría fuera a Xbox, que tradicionalmente se ha visto como algo ajeno al espíritu de los de Redmond. Los juegos, muy a pesar de todos nosotros, son un campo donde la compañía ha tenido más fracasos que éxitos, hasta que llegó Xbox 360, claro.
Las palabras de Gates fueron tomadas como una intención, cuando realmente no afirmaban nada sobre el futuro de nuestras consolas. Es más, desde Microsoft afirman que tienen un plan global en lo que respecta a los videojuegos. Que el PC, los móviles, tablets y Xbox están dentro de una estrategia conjunta, por primera vez en la marca. Sin embargo, aún no se han anunciado las intenciones en este apartado, aunque se empieza a ver movimiento.
Quizá el E3 2014 sea una oportunidad de oro para aclarar el camino a los fans, aunque también a los inversores que confían en el buen rumbo de Microsoft, con el CEO actual a la cabeza. Nosotros, de momento, vemos muy lejos DirectX 12, que nuestras estanterías se llenen de juegos exclusivos, que baje el precio de Xbox One para que llene más salones o que los servicios online lleguen a más países en igualdad de condiciones. ¿Irán por aquí los planes de Satya Nadella? Al menos, hay una buena noticia, el ruido de Xbox ha llegado a las altas esferas y cualquier noticia se vuelve importante.
Ché Sáez 